En el episodio 22 de «Reflexiones de un Peregrino» comenzamos una serie de estudios sobre el santuario celestial. ¿Por qué, si es un tema aparentemente del antiguo testamento, los cristianos modernos igualmente deberíamos estudiarlo?
Transcripción
El santuario, el tabernáculo, la tienda de reunión. Distintos conceptos que hacen referencia a un mismo lugar o edificio, que es mencionado en el antiguo testamento, pero continuamente referenciado por Pablo, y por el apóstol Juan en el libro de Apocalipsis.
Solo por el hecho de ser un asunto que aparece por primera vez en el Antiguo Testamento muchos creen que ya no tiene nada que ver con los cristianos modernos. Pero como si es un tema citado en el Nuevo Testamento vamos a estudiar porque es un asunto relevante para nosotros, incluso a nivel de nuestro día a día.
El salmo 73, que es un salmo de Asaf, habla acerca de uno de los asuntos que todo cristiano se ha cuestionado alguna vez, ¿por qué los malos parece que prosperan? Pero, a mitad del capítulo, en el verso 17 dice, “pero entrando en tu santuario comprendí el fin de ellos”.
Ciertamente esa y muchas interrogantes claves de la vida cristiana se pueden responder en el santuario. De hecho, y más importante aún es que gracias al santuario sabemos lo que Dios ha hecho en los últimos mil años de la historia de la tierra, lo que ésta haciendo hora mismo, y lo que hará en el futuro.
Porque el santuario muestra a Jesús como el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. El santuario muestra a Jesús como el sumo sacerdote en el Cielo, ministrando a nuestro favor. El santuario nos muestra la obra de Cristo, mucho más allá de su muerte en la cruz. Y es el punto de referencia para entender el trabajo de Dios, en la historia de salvación. De hecho, podemos utilizar la doctrina del santuario para evaluar y probar todas las diferentes doctrinas cristianas que han aparecido en el mundo y en la historia, y las podemos contrastar con lo que enseña el santuario. Si dicha doctrina no está apoyada en lo que se enseña en el santuario, entonces esa doctrina no pertenece al evangelio correcto.
Dios nos da un marco para entender que es lo que Jesús hace para nuestra salvación. Y lo hiso utilizando una herramienta pedagógica. Esta herramienta es un santuario en miniatura. Una maqueta de lo que está en el Cielo, donde Jesús intercede por nosotros presentando su sangre derramada en la tierra, como ofrenda por el pecado. Esta maqueta se la dio a Moisés para que la construyera, como un símbolo de lo que hay en el cielo, donde el ojo humano no alcanza a llegar.
El siguiente verso es realmente interesante:
Salmos 27:4 RV1960 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir (1995: buscarle) en su templo.
Si le pudieras pedir algo a Dios, ¿qué sería? David dice: sería vivir en la casa de Dios, todos los días de mi vida. Y descubriéremos que la casa de Dios es el santuario.
Y David, quiere estar ahí para ver la belleza de Dios. Inquirir en su templo, para buscar la verdad. Entender la verdad. La misma que dijo Jesús que nos haría libres.
Respondamos la pregunta ¿Cómo es la casa de Dios y qué hay allí?
Apocalipsis 11:19 RV1995 El templo de Dios fue abierto en el cielo, y el Arca de su pacto se dejó ver en el templo. Hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y granizo grande.
A Juan se le permite observar la casa de Dios, y ve un mueble en particular: el arca del pacto.
Apocalipsis 4:5 RV1995 Del trono salían relámpagos, truenos y voces. Delante del trono ardían siete lámparas de fuego, que son los siete espíritus de Dios.
Están también las lámparas.
Apocalipsis 8:3 RV1995 Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro que estaba delante del trono.
Entonces también está el Altar del incienso. En otras palabras, los mismos muebles que se le dijo a Moisés que construyera en el santuario del desierto, son los muebles que Juan vio, cuando se le mostró el templo del Cielo. En conclusión, el lugar donde Dios habita es simbólicamente representado por el tabernáculo que vieron los israelitas en su peregrinación por el desierto.
En Éxodo 25:8 se nos recuerda cuando Dios le ordena a Moisés el santuario:
Éxodo 25:8 RV1995 Me erigirán un santuario, y habitaré en medio de ellos.
Entonces, cuando Moisés bajo del monte, descendió con dos cosas. Una de ellas era las tablas de la Ley. La otra eran los planos del santuario.
Obviamente, si a Moisés se le mostró este edificio, el santuario existía desde antes del tiempo del mismo Moisés. Ya que se trata de una réplica de lo que había en el cielo.
Hebreos 8:1-5 RV1960 Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre. Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo cual es necesario que también éste tenga algo que ofrecer. Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley; los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.
Cuando Jesús fue al cielo, fue a ministrar en el verdadero santuario. No creado por Moisés, sino por Dios. Y ese santuario en el cielo, es la casa de Dios. Y lo que se construyó en el desierto, es una miniatura de la casa de Dios, ya que el ordena construirlo para habitar con su Pueblo. Así que, entendemos que el Templo del Cielo es donde habita Dios.
Creo que el texto de Hebreos no puede ser más claro al respecto.
A Moisés se le dio las instrucciones para crear una miniatura, un modelo, para que podamos entender qué es lo que Dios hace en el cielo y hará.
Algo que podríamos preguntarnos es, si el santuario es donde Jesús ministra por nuestros pecados, ¿el santuario existía antes del pecado?
Ezequiel 28:14 RV1960 Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas.
En este texto, el profeta Ezequiel se está refiriendo a Lucifer, que es Satanás. De acuerdo con el profeta, el rol de Lucifer era un “querubín cubridor”. La otra referencia bíblica acerca de “querubines cubridores” se encuentra en el arca del pacto (del santuario) donde había dos querubines que con sus alas cubrían la presencia de Dios. También llamada “la shequina”. De este verso sabemos que el arca del pacto, que representa el trono de Dios, estaba ahí desde antes que Satanás cayera en pecado.
Isaías 14:13 RV1960 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte;
Lucifer quiere ser como Dios y sentarse en su trono. Él quiere adoración, porque eso es lo que se hacía en el santuario. Es donde se adora al Creador del universo. El santuario es el lugar de adoración al rey de reyes y señor de señores.
Ezequiel 28:13 RV1960 En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación.
En otras palabras, el santuario ya existía desde antes del pecado y era un lugar de adoración. Pero después del pecado se le adicionó una nueva labor que era el de la salvación del hombre. Esto nos muestra lo importantes que somos para Dios, ya que la misma casa de Dios se adaptó para trabajar por la salvación del hombre. Se convirtió en el centro de comando de todo el universo.
Salmos 27:8 RV1960 Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová;
David ya había hablado acerca de lo que quería hacer en el santuario. Ver la belleza de Dios. Ahora dice que él quiere buscar el rostro de Dios. Recordemos que cuando Adán y Eva pecaron ya no pudieron ver más el rostro de Dios. No pudieron tener nunca más una conversación, o estar en comunión con Él. Y eso es imposible para nosotros debido al pecado. Pero el santuario ahora nos muestra que el objetivo de Dios es traernos a un encuentro cara a cara con Él.
Génesis 3:8 RV1960 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
El pecado nos incomunica de Dios. Y lo mismo se observa en la historia del profeta Samuel.
1 Samuel 6:20 RV1960 Y dijeron los de Bet-semes: ¿Quién podrá estar delante de Jehová el Dios santo? ¿A quién subirá desde nosotros?
Porque por culpa de nuestro pecado no estamos capacitados para tener una relación cara a cara con Dios. Pablo nos recuerda la condición para ver a Dios:
Hebreos 12:14 RV1960 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
Dios quiere tener una relación cercana con nosotros. Un encuentro. Una relación. Una conversación intima. Pero la condición, es la santidad. No tenemos que hacernos nosotros mismos santos. Sino que a través del santuario Dios nos muestra el camino a la santidad. Y podemos confiar en su promesa.
El pecado nos sacó completamente de la presencia de Dios. Pero Dios quiere traernos a su presencia. Traernos al atrio o patio del Santuario, luego al Lugar Santo, y finalmente al Lugar Santísimo. El problema es el pecado. Y el santuario nos muestra cómo Dios soluciona el problema del pecado, tal como lo vemos en el último capítulo de Apocalipsis, cuando ya Dios habitará con su pueblo, los redimidos, el Santa Ciudad.
Apocalipsis 22:3-4 RV1960 Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.
Veremos la cara de Dios como lo hizo Adán y Eva. Cuando dice que Su nombre estará en nuestra frente, es una señal de santidad, porque el Nombre de Dios está en la parte consciente de nuestro cerebro. En la corteza prefrontal esta nuestra conciencia.
Apocalipsis 21:3 RV1960 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
Este versículo muestra que el deseo de David, de vivir en la casa de Dios, se convierte en una realidad. Se cumple este sueño. Viviremos en la casa de Dios por siempre. Dios completará el plan de salvación trayendo al hombre de vuelta a una relación con Él. El Edén ser perdió, pero el Edén será restaurado. Y Dios nos explica su plan para la redención, a través del Santuario. Por eso que Pablo vio que era buena idea explicarles a los hebreos acerca de Jesús, utilizando los conceptos del Santuario. Por que esa fue la técnica de enseñanza ideada por Dios mismo.
Permite a Dios atraerte al patio de Santuario, al lugar Santo y luego al Santísimo. Así podremos de nuevo tener un encuentro con Dios, cara a cara.