En el episodio #19 de «Reflexiones de un Peregrino» estudiamos un solo versículo, el cual muchas iglesias utilizan para argumentar sobre la existencia del infierno. Veremos que, en realidad, no dice lo que «quieren» que diga.
Transcripción
En el podcast de la semana pasada revisamos los aspectos más básicos de la creencia del infierno, y vimos que la biblia aporta mas contradicciones que confirmaciones a esta doctrina. Esto se debe a que la creencia del infierno es completamente ajena la instrucción divina. Dios no la enseñó ni durante en el AT ni durante el NT, por lo que cada vez que creemos que se esta avalando o confirmando esta creencia, finalmente no es mas que nuestros preconceptos y nuestra fuerte carga cultural, la que nos lleva a creer que un texto bíblico en particular dice algo que en realidad no dice.
En el episodio de hoy revisaremos solo un texto bíblico que muchos creen que esta afirmando que existe un lugar de tormento eterno.
Antes que todo, es importante entender que si existen textos complicados o que parece que están diciendo algo que apoya el inferno, pero en otros lados dice lo contrario, no es porque el Señor fue impreciso o ambiguo al momento de inspirar a los autores bíblicos. La única razón de esta dificultad o contradicción es que el texto es leído (como ya mencionamos) con preconceptos, es decir, con ideas previamente aceptadas. Por lo tanto, si creemos en el infierno, un texto particular puede estar dándonos la razón. Pero debemos dejar que la Biblia se interprete (y defienda) por ella misma. Si un texto parece estar validando una doctrina, tal doctrina debe ser validada en cualquier parte de la Biblia, y en toda la Biblia (AT y NT). Si no es así, entonces el texto que estamos leyendo está siendo forzado a una interpretación antojadiza.
Hay una doctrina que dice que Jesús, entre su muerte y resurrección, fue al infierno. Lo dicho está basado en 1 Pedro 3:18-19:
1 Pedro 3:18-19(NVI) Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida. Por medio del Espíritu fue y predicó a los espíritus encarcelados, que en los tiempos antiguos, en los días de Noé, desobedecieron, cuando Dios esperaba con paciencia mientras se construía el arca. En ella sólo pocas personas, ocho en total, se salvaron mediante el agua,
El texto debe ser explicado desde varios puntos de vista, dado que presenta varios elementos que llaman la atención. ¿Jesús fue realmente al infierno? ¿Fue Jesús a predicar al infierno? Si es así, ¿de qué predicó?
Predicar en el infierno
La palabra griega “predicar” (G2784) del texto, también traducida como “publicar” y “proclamar” en otras partes, aparece en 59 versos en el NT, y ni una sola vez se utiliza para algo distinto que para predicar el evangelio de salvación. Por lo que no cabe la duda de que en este caso también, lo que hiso Jesús, de acuerdo con Pedro, fue predicar el evangelio de salvación. Pero si Jesús fue al infierno a predicar para salvación, ¿qué sentido tiene predicar a los pecadores que ya se encontrarían en el infierno? ¿Acaso tienen una nueva oportunidad (aparte de todas las que tuvieron en vida)? ¿Acaso los sacaría Jesús de ahí? Y el texto habla de la gente de los tiempos de Noé ¿Acaso los antediluvianos tienen mejores privilegios que el resto de los pecadores del infierno (ya que a ellos, Cristo supuestamente les predicó)? Revisemos otros conceptos usados por Pedro, para obtener mas luz.
“Espíritus” encarcelados
Los espíritus encarcelados tienen que ser las almas de los perdidos… de acuerdo con el pensamiento pro-infierno. ¿Quiénes son los espíritus encarcelados? Veamos primero a qué se refiere con “espíritus”. Notar que la palabra “espíritu” en ese verso, es la palabra griega pneuma (G4151), que se utiliza tanto para ángeles como para demonios (espíritus inmundos, Mateo 12:43) y muy ampliamente para el Espíritu Santo. Pero, también se utiliza para referirse al aliento de vida, el cual fue dado a Adán, y que vuelve a Dios cuando morimos. Así es utilizado cuando Esteban y Jesús murieron (Lucas 8:55, Mateo 27:50, Hechos 7:59). Además, Hechos 17:16 y 18:25 también se traduce como un estado de ánimo. Finalmente, el espíritu puede ser utilizado para personas (1 Corintios 16:18, Gálatas 6:18, 2 Timoteo 4:22, Filipenses 4:23). El texto de Pedro hace referencia a seres, por lo que debemos decidir si se trata de ángeles, demonios o personas. No es tan complicado decidir, si vemos cómo continua el texto. Dice que eran los antediluvianos.
Antediluvianos
Aquí claramente se está refiriendo a personas, a humanos. De hecho, Pedro está hablando de la historia de Noé porque las 8 personas que se subieron al arca se salvaron “por medio del agua”. Y ahora, Pero explica, por la muerte de Cristo, nosotros somos salvos por medio del bautismo (otra agua). Así que Pedro está comparando las personas de la historia de Noe, con las personas que vivimos después de la muerte de Cristo en la cruz. Así que los “espíritus encarcelados” del texto de Pedro se refiere a los seres humanos de los tiempos de Noe.
Espíritus “encarcelados”
Si todavía hay dudas, y se cree que Pedro se podría estar refiriendo a ángeles o demonios revisemos las características de estos espíritus: están encarcelados. ¿Porque están encarcelados? Para responder esta pregunta tenemos solo dos alternativas, dado que no hay razón para pensar que los ángeles (buenos) estén encarcelados, puede referirse a humanos o a demonios, y así descartamos completamente a los ángeles no caídos. Si lees 2 Pedro 2:4 que es otra carta de Pedro, así que no es el mismo contexto de la carta anterior, podemos llegar a creer que los espíritus encarcelados son demonio. Pero como Jesús les predicó a estos encarcelados, no tiene sentido de predicarle a los demonios (para su salvación), dado que ellos ya eligieron seguir a Satanás, y por eso fueron expulsados del Cielo, junto a su líder. Así que deben ser humanos.
Pero estos humanos encarcelados deben aun tener la opción de ser salvos, para escuchar la predicación, por lo que necesariamente deben estar vivos. Si son los antediluvianos, como se menciona antes, ¿por qué están encarcelados?
Dejemos que la misma Biblia interprete la idea. En Isaías 14, el profeta habla de satanás de la siguiente forma:
Isaías 14:13(NVI) Decías en tu corazón: “Subiré hasta los cielos. ¡Levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios! Gobernaré desde el extremo norte, en el monte de los dioses.
Y en el verso 17 dice:
Isaías 14:16-17(NVI) Los que te ven, te clavan la mirada y reflexionan en cuanto a tu destino: «¿Y éste es el que sacudía a la tierra y hacía temblar a los reinos, el que dejaba el mundo hecho un desierto, el que arrasaba sus ciudades y nunca dejaba libres a los presos?»
El profeta Isaías dice que Satanás tiene presos. Y es que la humanidad es esclava del pecado, de acuerdo con la Biblia, así, mientras seamos pecadores sin salvación, estamos encarcelados. Pero Jesús vino a libertar a los encarcelados:
Juan 8:31-34(NVI) Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo: —Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. —Nosotros somos descendientes de Abraham —le contestaron—, y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes decir que seremos liberados? —Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado —respondió Jesús—.
Mira lo que profetizo Isaías de la obra de Jesús:
Isaías 42:6-7 RV1960 Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas.
La verdad nos hace libres, pero sin la verdad somos esclavos de Satanás (nos tiene encarcelados).
Y Jesús predicó a los esclavos del pecado en los días de Noé:
1 Juan 3:8 RV1960 … Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
Jesus predico a través de Noe a los antediluvianos, fue un mensaje de salvación. Que entraran en el arca. Pero solo 8 personas se salvaron, por medio del agua. Y Pedro nos dice que ahora, por la muerte de Cristo, somos nosotros salvos por medio de otra agua. El agua del bautismo.
Hebreos 1:1 dice que Dios habla a través de los profetas. Y aquí tenemos a Noe siendo utilizado por Dios para predicarles a los antediluvianos.
Pero lo más importante es que Pedro indica que nosotros podemos participar de la muerte de cristo a través del bautismo. ¿Tienes dudas de que es esto a lo que Pedro se refería? Te invito a seguir leyendo 1 Pedro 3 y veras que del verso 21 en adelante Pedro habla directamente del bautismo. Así que no queda duda de que ese es el contexto de lo que dice Pedro ahí.
En el próximo episodio revisaremos otros textos que han sido malamente utilizados para tratar de sostener bíblicamente la idea del infierno.