En el episodio #15 de «Reflexiones de un Peregrino» hablamos de las 7 reglas bíblicas para identificar a un verdadero profeta de Dios.

Transcripción

En el podcast anterior hablamos del don de profecía en el pueblo de Dios, y en este tiempo. Hoy quiero discutir acerca de una pregunta que dejamos sin respuesta. ¿Cómo puedo saber si un profeta es verdadero?

Isaías 8:19-20 Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?  ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.

Hoy revisaremos 7 reglas para identificar a los verdaderos profetas.

Regla #1

Como leímos arriaba en, Isaías 8, todos los mensajes de un profeta deben ser probados. “Si no hablaren de acuerdo con la Palabra de Dios, la Biblia, es porque no les ha amanecido”. Lo que significa, que no hay luz en ellos.

Y esto es importante. Lo que diga el profeta, no debe ser una verdad de la cual yo estoy de acuerdo o que tenga preferencia, es una verdad que se sostiene sólidamente a través de toda la Biblia. Por ejemplo, El mensaje de un profeta moderno no puede estar en desacuerdo con el mensaje del AT. No puede estar de acuerdo con un libro de la Biblia, pero en desacuerdo con otro.

Regla #2

1 Juan 4:1-3 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.

Este texto es muy profundo. Esta diciendo, primero, que el profeta debe enseñar que Jesús es Dios. Y que vino no en forma etérea o espiritual, sino que vino a tomar forma humana, y habitó entre nosotros. Y aun más. Que Cristo haya venido no es simplemente un hecho histórico, sino que, como dice Pablo tanto en su carta a los Efesios como a los Colosenses, Jesús por la fe habita en nuestro corazón.

Efesios 3:17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor.

Colosenses 1:27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria.

Y que Cristo habite hoy en nuestros corazones no es un asunto romántico ni poético, significa que nuestro carácter se purifica cada día, y es el carácter de Cristo el que se revela en nuestra persona. En otras palabras, un profeta debe confesar y enseñar de la transformación de nuestro carácter a semejanza de Cristo. Si el profeta dice que puedes seguir viviendo como siempre lo hemos hecho, y que estamos bien ante Dios, sin importar lo que hagamos, como dice Juan, ese mensaje es del anticristo.

Regla #3

1 Juan 4:5 Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye.

En otras palabras, el mensaje de un profeta de Dios, siempre va a exponer la inmundicia de nuestro corazón, para que veamos la necesidad del Salvador. El falso profeta va a decir cosas que a todo el mundo le gusta oír. El falso profeta va a tener aceptación social. El falso profeta no dice nada que incomode. Y su discurso se ajusta bien a lo que a la sociedad le gusta oír. Lo que es lo contrario a lo que hace el verdadero profeta.

Regla #4

Santiago 5:10 Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor.

Los verdaderos profetas sufrían por las fallas y las traiciones del pueblo de Dios. Y de como hacían oído sordo al mensaje divino.

Hablando los falso profetas, Jeremías dice:

Jeremías 23:16 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová.

El carácter de los falsos profetas es transmitir un mensaje de paz y alegría, un mensaje de conformismo, cuando el pueblo está en medio de la desobediencia y de la rebeldía.

Jeremías 23:17 Dicen atrevidamente a los que me irritan: Jehová dijo: Paz tendréis; y a cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón, dicen: No vendrá mal sobre vosotros.

Regla #5

Moisés también nos dio luz para identificar a los profetas:

Deuteronomio 18:21-22 Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?; si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.

El criado le dijo a Saul, hablando del profeta Samuel:

1 Samuel 9:6 …He aquí ahora hay en esta ciudad un varón de Dios, que es hombre insigne; todo lo que él dice acontece sin falta. Vamos, pues, allá; quizá nos dará algún indicio acerca del objeto por el cual emprendimos nuestro camino.

Jeremías 28:9 El profeta que profetiza de paz, cuando se cumpla la palabra del profeta, será conocido como el profeta que Jehová en verdad envió.

Regla #6

Algunos creen que una regla para saber si un profeta es verdadero es que puede hacer milagros. Pero eso no es verdad. Apocalipsis19:20 nos dice que el falso profeta hace señales con los cuales ha engañado a muchos. Así también lo dice en Apocalipsis 13:14.

Apocalipsis 19:20 Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.

Pero podemos pensar en profetas como Elías, Eliseo, y hasta Pablo que hicieron señales o milagros.

Pero también podemos pensar en Isaías, Jeremías, Oseas, Joel, Amós, y otros de los cuales no se registra ninguna señal milagrosa. Incluso podemos pensar en Daniel en el foso de los leones, o los amigos de Daniel en el horno de fuego, pero ambos casos ellos mismo fueron el objeto del milagro, no los obradores del milagro. ¿Te suena algún milagro de Juan Bautista? Jesús dijo que no se ha levantado otro profeta más grande que él.

Literalmente dice eso

Juan 10:41 Y muchos venían a él, y decían: Juan, a la verdad, ninguna señal hizo; pero todo lo que Juan dijo de éste, era verdad.

Ese simple texto destruye toda idea de que para ser profeta, hay que hacer milagros.

Y aquí se destaca adicionalmente otra cosa muy importante. Lo crítico y relevante de un profeta, no son las señales, sino el mensaje que trae. Porque, recuerda, las señales puede ser engaños satánicos.

Regla #7

Mateo 7:15-20 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.  No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis.

Esta vez, la advertencia viene directamente de nuestro señor Jesucristo. Como gran maestro, su mensaje no puede ser más claro. Nadie puede confundirse en su advertencia. Una persona que no vive piadosamente, que no da frutos de cristianismo, no puede ser un verdadero profeta de Dios.

El mismo texto, además, nos recuerda que el don de profecía estará presente después de la partida de Jesús de la tierra.

Efesios 4:11-13 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (te recomiendo leer hasta el verso 16).

El don de la profecía es para crecimiento de la iglesia. No para dividirla, no para hacerla sentir superior. No para decirle que todo está bien. Fíjate que el mensaje de Pablo indica que estos dones espirituales, entre los cuales está el don de profecía, son para que individualmente, cada miembro de iglesia madure en la fe, y en su carácter, para que alcancemos todos la estatura de la plenitud de Cristo.