Este es el episodio #10 de «Reflexiones de un Peregrino». En esta ocasión revisamos que para argumentar sobre la abolición del sábado, debemos aceptar la abolición de toda la Ley de Dios, y eso implicaría que, hasta el asesinato, sería aceptado por Dios.
Transcripción
Acuérdate del día de reposo para santificarlo dice Éxodo 20:8. Éxodo 31:13 señala que el sábado sería señal entre nosotros y Dios, para todas las generaciones venideras. Pese a la claridad de esta indicación, la inmensa mayoría de cristianos dice que el sábado no debe guardarse. Pero es solo el sábado el mandamiento que no debe guardarse, porque al parecer, matar sigue estando mal, pero transgredir el sábado no, aunque estén puestos por Dios en la misma ley.
Los argumentos comunes son, que el Sábado fue dado a los judíos, que Dios lo anuló, que podemos considerar que todos los días son de Dios, o que puedo ofrecerle todos los días a Dios, o que fue traspasado al domingo, y la lista puede ser más larga. Pero cuando dejas que el Espíritu Santo te guíe en la lectura de la Biblia, y no ideas humanas, encontrarás que se destaca el Sábado literalmente desde el Génesis hasta el Apocalipsis. Y aunque algunos busquen textos Pablo, los saquen de contexto, y fuercen las ideas para poder invalidar el día de reposo, la Palabra de Dios va a seguir diciendo: “acuérdate del día de reposo para santificarlo”.
De todas las ideas y argumentos en contra de la observancia del Sábado, la más peligrosa es la que dice que la ley de Dios ha sido abolida por Él mismo, entonces, según esa idea, ya no estaríamos en la obligación de “recordar el día sábado”. En realidad, el asunto de que, si Dios abolió o invalidó Su propia ley, es el asunto clave en la discusión sobre el sábado. Es decir, la única forma de decir que el Sábado ya no debe guardarse, es tener un argumento suficientemente bueno para decir que TODA la Ley de Dios ha sido ya puesta de lado por Dios mismo, y que a Él no le interesa que Sus hijos la guarden.
Mateo 5 dice:
No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.
Este solo versículo, me pregunto, ¿no es suficiente para desmentir a quienes dicen que Jesús clavó la Ley en la cruz? También dijo, en el mismo capítulo:
Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasarán de ningún modo de la ley, hasta que todo se haya realizado.
Algunos tratan de decir que la idea: “hasta que todo se haya realizado” se refiere a la muerte de Cristo en la cruz, pero no puede estar diciendo eso, si Jesús mismo dijo que es hasta que el cielo y a tierra pasen. Lo cual no ha sucedido. Entonces, ni una jota ni una tilde han pasado de la Ley.
Por si eso fuera poco, Jesús mismo dijo en Mateo 5:19
De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; pero cualquiera que los cumpla y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos.
Démosle perspectiva al asunto de la Ley y el Sábado. Primero, definamos pecado, de acuerdo con la Biblia:
1 Juan 3:4 Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.
Luego en Romanos 5:13
…pero donde no hay Ley, no se inculpa de pecado.
Y en Romanos 4:15
…pero donde no hay Ley, tampoco hay transgresión.
La ley es la que define la existencia del pecado. Sin ley, no hay pecado. Con Ley, todos los humanos nos convertimos automáticamente en pecadores.
En consecuencia, entendemos que sí creemos en una doctrina que habla de la abolición de la Ley de Dios dada la muerte de Cristo, entones, ya no hay más pecado, y si no hay más pecado tampoco hay necesidad de un Salvador. Y yendo un poco más lejos, significaría que todos lo que nacieron después de la muerte de Cristo ya no necesitan a un Salvador, porque están sin pecado, porque no hay ley la cual transgredir.
Pero eso no es lo que Pablo tenía en la mente cuando escribió la carta a los Romanos, recordemos que el ministerio del apóstol comenzó años después de la muerte de Cristo. Y, aun así, de acuerdo con Romanos 3:9-12 todos somos pecadores. Eso sería imposible si creemos que la Ley esta abolida.
En ese mismo capítulo, Pablo explica el punto que los que rechazan el sábado utilizan como argumento. Permíteme que amplíe esta idea. Los detractores del Sábado primero dicen que la ley es abolida. Pero cuando no encuentran argumento para decir que la Ley ya no debe ser obedecida, utilizan una segunda idea, y es que por la ley nadie se puede salvar, y que por eso es por lo que no hay que guardarla. En Romanos 3:20 dice:
…porque por las obras de la Ley ningún ser humano será justificado delante de él, ya que por medio de la Ley es el conocimiento del pecado.
Pablo dice que por las obras de la ley nadie se salva. SI NO que la Ley nos muestra nuestro pecado. Al ser conocedores de nuestro pecado, entonces necesitamos salvación.
Muchos usan una lectura rápida de Romanos 3 para tratar de invalidar la ley, cuando es todo lo contrario. En general, Romanos 3 dice que La ley de Dios esta tan vigente que, si no es por medio de la fe, no podríamos cumplir la ley y estaríamos perdidos.
En otras palabras, necesitamos ser justos. Somos justos si cumplimos con la justicia, es decir, la ley de Dios. Pero no somo capaces de eso. Jesús dejó claro que pecamos o transgredimos la ley incluso con solo desearlo en nuestra mente. Pero Jesús si es justo.
Romanos 3:26 …De este modo Dios es justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús.
Romanos 3:28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
Y si el lector de Romanos aun insiste en que la ley ha sido invalidada:
Romanos 3:31¿Luego invalidamos la ley por medio de la fe? ¡En ninguna manera!, sino que afianzamos la ley.
Por favor, piensa que el sábado está protegido o cercado en medio de la Ley de Dios. Para invalidar el Sábado tienes que anular los 3 mandamientos primeros y los 6 mandamientos posteriores. Es decir, si invalidamos el Sábado, también podríamos tomar el nombre de Dios en falso, tener imágenes para adorar, incluso adorar a otros dioses, no respetar a nuestros padres, matar, adulterar, codiciar, etc.
Pero la ley se cumple en Cristo, ya que la paga del pecado es muerte. Y Jesús muere, en sustitución, porque muere sin pecar. Como cordero fue llevado al matadero, y mure la muerte que los pecadores, nosotros, debimos pasar.
No somos salvos por guardar la ley, porque simplemente no podemos. Sin embargo, Jesús fue justo y no hubo pecado en él, y nos imparte su justicia, y ante Dios nos vemos justos, porque llevamos la justicia de Cristo sobre nosotros. La Biblia dice que “su manto de justicia nos cubre”.
Y se cumple así, la señal del nuevo pacto que menciona Jeremías 31, en que Dios escribe su ley en nuestro corazón. Es decir, al pasar tiempo con Cristo, empezamos a vivir en su justicia, cumpliendo la ley y guardando el día sábado por amor a Jesús, y es el ES el que nos lleva al cumplimiento de esa Ley. Pero en ese punto, ya somos salvos por la fe, no cumplimos la ley para salvarnos, sino por amor al salvador.