En el episodio #13 de «La Mesa del Remanente» conversamos de los maravillosos beneficios del ayuno, dando énfasis especialmente al ayuno intermitente.

Transcripción

La práctica de ayunar parece haber acompañado al ser humano a través de su historia. El relato bíblico señala que para los judíos era una costumbre al menos una vez al año en el Yomm Kippur o día de la expiación, una fiesta judía en la que el santuario judío era simbólicamente limpiado de los pecados confesados a lo largo de un año. Era una fiesta solemnísima de confesión y arrepentimiento, de perdón y reconciliación. El ayuno era parte de la vida de los judíos y estaba relacionado con una actitud de humildad ante Dios. Otras civilizaciones y culturas también han incluido el ayuno en su vida con distintos propósitos. Se sabe que médicos y filósofos griegos, como Hipócrates, Sócrates, Aristóteles, Platón, Galeno, reconocían los beneficios terapéuticos del ayuno. En el siglo XXI, el ayuno ha cobrado importancia pues la ciencia ha evidenciado sus beneficios para   el bienestar integral del ser humano. El año 2016 el científico japonés  Dr. Yoshinori Ohsumi ganó el premio Nobel por su investigación sobre los mecanismos de la autofagia que se produce durante el ayuno, comprendiendo más su importancia para la salud.

La alimentación actual se caracteriza por ser excesiva y desequilibrada. Es alta en cantidad, en calorías, en el número de veces que se come al día, etc. y es desequilibrada porque se consume un exceso de carbohidratos refinados, de proteínas de origen animal, de grasas saturadas en desmedro de las vitaminas y minerales que deberíamos ingerir. Esta forma de comer lleva a una sobrecarga de toxinas en la sangre, acumulación de calorías y exceso de peso, conduciéndote por el camino de la enfermedad.

Antes de avanzar te invito a reflexionar en 3 ideas que me parecen importantes para derribar mitos que nos han transmitido y puedas comprender la importancia del ayuno. La primera idea: Fuimos diseñados para comer cada 5 o 6 horas. La digestión toma más o menos 4 horas y luego debemos dar un descanso a todos los órganos involucrados. Mientras el cuerpo más tiempo pasa en ayuno (es decir sin recibir comida) más beneficios hay para la salud.  Las colaciones y los snacks, no son parte de una alimentación saludable. La indicación de comer cada 2 o 3 horas para bajar de peso no tiene base fisiológica ni científica, no fuimos diseñados para comer a ese ritmo. ¿Sabías que el humano es el único ser que come varias veces al día, incluso sin tener hambre? Piensa en los animales, en su estado natural comen solo cuando sienten verdadera hambre y luego dejan de comer, en días o semanas, incluso meses si están hibernando.   Segunda idea: Se trata de comer en forma nutritiva, ordenada y regular. Debemos asegurar que estamos nutriendo nuestro cuerpo para funcionar bien. El cerebro ve alterado sus funciones cuando recibe escaso alimento o en exceso, y en horarios irregulares.  Debemos comer suficientes nutrientes y establecer horarios regulares para comer. Y tercera idea: Las dietas no sirven. Se trata de alimentarse bien y disfrutarlo.  Las dietas restrictivas solo generan ansiedad y sufrimiento.  Amigos, incorporar nuevos hábitos implica muchas veces ir en contra de creencias erradas, mitos y modelos sociales equivocados.

¿Sabías que los animales dejan de comer cuando están enfermos? Incluso nosotros mismos cuando enfermamos, dejamos de comer en forma natural. Parece ser que el cuerpo se coloca en ayuno como un mecanismo de curación. De esta simple realidad, ya vemos que el ayuno es beneficioso para la salud. Avancemos en nuestro tema. Ayunar es no comer en un lapso de tiempo. Puedes beber agua, infusiones, pero nada que aporte calorías, pues esto pone en marcha todos los mecanismos relacionados con la digestión, y es justamente lo que queremos evitar para que se produzcan los beneficios del ayuno.

Existen distintos tipos de ayuno y con diferentes objetivos. Si es una medida terapéutica debe ser hecho bajo la supervisión de profesionales capacitados en esta terapia. Los estudios y los centros de vida sana, han evidenciado el impacto que puede tener el ayuno en pacientes hipertensos, en cáncer, en problemas de salud mental, incluso en el dolor crónico y la diabetes, etc. Hoy hablaremos, del ayuno como habito. El ayuno puede ser completo, es decir no se ingiere ninguna comida durante 24 hrs. o más, durante un periodo que la persona elija, de acuerdo a su tolerancia y a su estado general de salud. La otra opción es el ayuno intermitente, que consiste en comer una o dos veces en el día y luego lograr mínimo 16 horas de ayuno para obtener los beneficios esperados. Algunos lo practican a diario, otros por periodos y otros lo hacen por días durante la semana. Todas las formas entregan sus resultados, sin embargo, no hay duda de que los beneficios serán óptimos si es un habito diario y si lo que estas comiendo es realmente saludable.

Entender lo que ocurre en nuestro cuerpo durante el ayuno te ayudara a comprender sus beneficios para la salud. Revisémoslo, ¡es fascinante!:

  • Cuando ingerimos la última comida, los carbohidratos consumidos se transforman en glucosa, la que dará energía a todas las células para poder funcionar. La glucosa que no ocupamos se almacena como glucógeno en el hígado y en las células musculares.
  • Luego de las primeras 6 horas de haber ingerido la última comida, comienza a disminuir la glicemia o azúcar en sangre. Frente a este descenso se activa el glucógeno guardado en el hígado, el cual recibe la señal para descomponerse en glucosa y enviarla a las células para dar la energía. Esto permite unas 6 horas más de funcionamiento.
  • A las 12 horas de ayuno comienza el fenómeno de lipolisis, que consiste en la oxidación de la grasa que tenemos almacenada, comúnmente le decimos “quemar grasa”. Este proceso significa que el cuerpo está utilizando la grasa para generar la energía que necesita, pues ya se acabaron las reservas de glucosa, proceso conocido como gluconeogénesis.
  • A las 16 horas de ayuno se producen dos fenómenos fascinantes que son las causas de los mayores beneficios del ayuno. Por un lado, aumenta la hormona del crecimiento. Si, esa misma que hace crecer a los niños y jóvenes. Pero en este caso, su función es renovar nuestras células, restaurando así los tejidos de todo el cuerpo, por lo que ha sido asociada con la longevidad. Por otro lado, ocurre la autofagia. En este proceso maravilloso, pequeñas vesículas llamadas autofagosomas atrapan todos los desechos o basura celular y genera energía. Se trata de todo un proceso de reciclaje natural que nos desintoxica y nos provee de energía. Este proceso es fundamental en la mantención de la salud celular y por lo tanto de la nuestra.
  • A las 20 horas de haber iniciado el ayuno, la ciencia ha demostrado también otro fenómeno muy beneficioso para la salud, me refiero a la producción de células madres, la cual favorece la restauración de tejidos dañados o envejecidos, pues estas células emigran donde se las necesite.
  • Es importante recordar que todos estos procesos lo están viviendo todas las células de tu cuerpo mientras estas bajo ayuno, incluido el cerebro, el cual también se ve muy beneficiado. La ciencia ha evidenciado que también se produce autofagia en el cerebro, por lo tanto hay limpieza y reparación del tejido nervioso. El ayuno potencia la creación de BDNF, que en español se traduce como Factor Neurotrofico del Cerebro, el cual es una proteína que favorece la multiplicación neuronal y el establecimiento de nuevas conexiones, especialmente en el hipocampo y en la corteza cerebral, lo cual favorecerá la memoria, las funciones cognitivas y el aprendizaje.

Todos estos procesos que suceden durante el ayuno traen muchos beneficios para tu salud. Estos son algunos de ellos:

  1. Reparación y restauración celular: el proceso de autofagia limpia a la célula de todos los desechos y los recicla en energía. La limpieza o desintoxicación celular favorece a su vez su óptimo funcionamiento y por ende tenemos mejor salud.
  2. Reducción del peso extra: La lipolisis, es decir cuando se quema grasa para generar energía, contribuye a reducir en forma saludable y mantenida el peso, hasta que este se estabiliza.
  3. Nivelación a valores normales de la glicemia, del colesterol, de los triglicéridos, etc.
  4. Mejora el desempeño de las funciones cerebrales.

A su vez, todas estas reacciones y procesos que se producen al ayunar harán que te sientas con un alto nivel de energía, pues tu cuerpo está limpio de los tóxicos y de los excesos. Sentirás un nivel de bienestar integral que nunca has sentido antes y podrás disfrutar de la vida en mejores condiciones, a la vez que previenes muchas de las enfermedades que abundan hoy, incluido el cáncer y las demencias, mejorando tu calidad de vida, retardando los procesos de envejecimiento, y aumentando la esperanza de vida.

El ayuno ha sido utilizado como medida terapéutica y es beneficioso para tratar y prevenir muchas enfermedades cardiovasculares, demencia, cáncer, el dolor crónico, etc. Sin embargo, mi propuesta en este episodio es que el ayuno sea parte de tu estilo de vida y recibas todos sus beneficios, muchos ya lo estamos disfrutando.

Ahora, tal vez te estés preguntado cómo implementar el ayuno en tu estilo de vida. Por internet circulan muchas formas de llevar el ayuno intermitente. Encontraras la forma 20/4, 18/6, 16/8, etc. El primer número son las horas de ayuno y el siguiente número es la ventana en la que puedes comer. También circula mucha información de que comer y a qué hora comer. Algunos promueven almorzar y cenar, saltándose el desayuno, otros solo almorzar, etc. Pero, si comprendemos bien el proceso de digestión estarás de acuerdo en que la mejor forma es la 18/6, que es la que yo practico y promuevo. Esta forma significa que tienes 2 comidas en la ventana de 6 horas y luego dejas de comer 18 horas con el fin de alcanzar la autofagia y puedas ser beneficiado con el ayuno. Esta forma la puedes practicar diaria, o días alternos, o en periodos, como ya vimos. Puedes tener tu alimentación habitual, pero una alimentación basada en plantas junto al ayuno intermitente te permitirá mejores logros en la salud.

Dado que en la forma 18/6 puedes comer 2 comidas (separadas por 6 horas, respetando el proceso fisiológico de digestión), este tipo de ayuno puede incorporarse más fácil a tu estilo de vida, simplemente porque no dejas de comer un día completo.  Puedes tomar desayuno, por ejemplo, a las 7 de la mañana y luego almorzar a la 1 de la tarde, iniciando el ayuno y volver a comer a las 7 de la mañana del día siguiente, y así logras 18 horas de ayuno.  Recuerda que no se trata de comer en exceso en esas dos comidas, solo asegúrate que has comido nutritivamente. De esta forma no sentirás hambre durante esas 18 horas. Si comes muy liviano claro que te dará hambre muy rápido. Tu desayuno debe ser con una porción suficiente de frutas y semillas, de proteínas saludables como legumbres, etc.  y eso puedes complementarlo con algún carbohidrato no refinado como una avena con leche vegetal. Todos estos alimentos tienen bajo IG, es decir se absorberán lentamente aumentando la glicemia progresivamente y entrando a las células según la necesite para darle energía, sin producir los pick de azúcar que son dañinos para el cerebro. Hasta el almuerzo solo bebe agua o alguna infusión, nada con calorías. El almuerzo, igual debe ser muy nutritivo, recuerda el plato poderoso: una buena cantidad de ensaladas variadas en colores con poquito aceite no refinado, una porción de legumbres y una porción de granos integrales como arroz integral, quinoa, maíz, pasta al dente, etc. No temas a los fideos, pues la pasta al dente tiene un IG bajo, al contrario de lo que muchos creen. Apreciados amigos, les animo a experimentar y disfrutar de los fascinantes beneficios del ayuno. ¡Te sentirás como nunca antes! Muchos podemos testificar de ello.

Para los creyentes el acto de ayunar tiene un significado que trasciende. Ayunar es un habito que nos permite acercarnos con humildad a Dios, negándonos el alimento para estar en mejores condiciones para fortalecer nuestro espíritu, nuestra voluntad y nuestra relación con Dios. El libro de Isaías, dice que el verdadero ayuno es hacer la voluntad de Dios, y eso no es otra cosa que obedecerle. La autora Ellen White, señala que

“…Cuando Cristo se veía más fieramente asediado por la tentación, no comía.Se entregaba a Dios, y gracias a su ferviente oración y perfecta sumisión a la voluntad de su Padre salía vencedor…”.

Pensemos cuanto más lo necesitamos nosotros, simples seres humanos.